domingo, 24 de septiembre de 2017

Una institución que aprende en la era de la información

“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender.” 
― Alvin Toffler
Lista de países por número de usuarios de Internet (2015)

Alvin Toffler es un escritor y futurista estadounidense doctorado en Letras, Leyes y Ciencia, conocido por sus discusiones acerca de la revolución digital, la revolución de las comunicaciones y la singularidad tecnológica. Sus primeros trabajos están enfocados a la tecnología y su impacto. Más tarde se centró en examinar la reacción de la sociedad y los cambios que ésta sufre.

Las preguntas insoslayables que nos podemos  hacer los docentes del s. XXI serían:
  • ¿Cómo hacer entender al profesorado ciberhostil que en un futuro los analfabetos serán aquellos que no sepan dónde ir a buscar la información que requiere en un momento dado para resolver una problemática concreta?
  • ¿Puede una comunidad profesional que aprende con las tecnologías mejorar las condiciones de vida de la comunidad y de las personas?
  • ¿Ayudarán las tecnologías a formar una ciudadanía activa y crítica que luche contra las desigualdades provocadas por la brecha digital?
Si hacemos casos a las tesis de Toffler sobre la 'revolución de las TIC' y el impacto de los 'prosumidores' (La tercera ola) pensamos que probablemente sí y por eso nuestro centro de profesores en tanto que "institución que aprende" pretende llevar a cabo un proyecto de innovación educativa que responda a las 6 "C" de la educación del futuro.
  1. CAPACIDAD CRÍTICA que nos permita manejar la información, filtrarla, analizarla, autentificarla, procesarla y, eventualmente, sintetizarla para que sea útil para la gente. El pensamiento crítico tiene que servir para solucionar problemas.
  2. La COMUNICACIÓN permite a las personas presentar información pero para que sea efectiva tiene que ser significativa y atractiva.
  3. La COLABORACIÓN permite a los individuos involucrarse en una comunidad. La colaboración potencia el trabajo en equipo, pero también el liderazgo y la ayuda mutua lo cual beneficia al conjunto.
  4. La CREATIVIDAD permite al individuo expresar su punto de vista. Las personas tiene que poder crear algo con el conocimiento que tanto les ha costado conseguir y de esta manera contribuyen a mejorar la comunidad y las estructuras en la que se integran.
  5. La CULTURA ayuda a la gente a valorar de dónde venimos, quiénes somos ahora y cómo podemos avanzar hacia el futuro. La cultura integra al individuo con todo lo que le rodea: arte, teatro, poesía, danza, historia, ciencia, religión, lenguaje escrito y no escrito, tecnología y con él mismo.
  6. La CONECTIVIDAD pone al individuo en contacto con su entorno. En un mundo en el que cada vez más rápido la tecnología cambia nuestra manera de ver y entender las cosas, no debemos olvidar que al final detrás de las tecnologías lo que cuenta son las conexiones personales. Ahora bien, no podemos de dejar de investigar en cómo la tecnología puede cambiar a los individuos y la manera de relacionarse.
Estos seis ámbitos de la educación del futuro nos ayudarán a desarrollar una alfabetización digital que nos permita esquivar los peligros de la era de la información: infoxicación (Sobrecarga informativa), el shock del futuro, ciberhostilidad, brecha digital, distopías, manipulación, spam, big data, etc.

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